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La alcancía y el colchón no son los mejores lugares para mantener tu dinero y quizá ya te diste cuenta, porque al estar leyendo esto, buscas resolver tus dudas sobre las tarjetas de débito. Así es, una de las formas más comunes (y sencillas) de manejar tu dinero es a través de una cuenta de débito.
El débito no solo sirve para que cada que pagues algo utilices tu tarjeta. También es una forma directa o indirecta de administrar de mejor forma tu dinero, o como lo llaman en general: administrar tus finanzas.
Una forma sencilla de ver las cuentas de débito, es decir, como la versión bancaria de tu alcancía o tu colchón, pero con la seguridad de que tendrás el registro de todas las transacciones que se realicen con esta cuenta, desde los ingresos hasta los gastos más pequeños dejarán huella en esta cuenta.
Antes de hablar de las tarjetas de débito, es necesario explicar la versión electrónica del dinero, que es lo que se verá involucrado al tener una tarjeta.
A través de los años, el dinero ha tenido diversas formas, recordemos el cacao como pieza de intercambio en las culturas prehispánicas, piedras preciosas y su forma más común es el papel y metales acuñados, pero lo que más conviene ahora es tenerlo en su versión electrónica.
¿Qué es el dinero electrónico?
El dinero electrónico únicamente se puede intercambiar a través de vías digitales como el Internet y redes de telecomunicaciones privadas como las terminales punto de venta, que se comunican entre instituciones bancarias, mismas que solicitan la transacción y autorización a través de una comunicación privada y segura.
A diferencia del dinero físico, que se respalda por el objeto del billete o moneda, el electrónico básicamente está respaldado por el trabajo y la producción que realizamos todos para obtenerlo.
Además, el uso del dinero electrónico requiere tecnologías de telecomunicaciones desarrolladas, así como la implementación de mecanismos de seguridad, los cuales son posibles gracias al desarrollo de infraestructura tecnológica.
Ahora que explicamos un poco este tema, es momento de explicar qué es una tarjeta de débito y para qué sirve.
¿Qué es una tarjeta de débito?
Una tarjeta de débito es la conexión física que tienes con tu cuenta, en donde se encuentra tu dinero electrónico, para que dispongas de él cuando realices una compra o vayas a un cajero. La mayoría de las instituciones que te crean una cuenta de débito se dividen en dos: la de cheques y la de ahorros.
Cuando pagas en un comercio a través de una terminal, por internet, mediante una tienda en línea o al ir a un cajero automático, el dinero sale de tu cuenta de cheques, que es el dinero que actualmente tienes, así que depende 100% de tus fondos para poder realizar cualquier transacción. Por lo que es necesario que tu cuenta te permita verificar tus fondos cuando lo requieras.
Las tarjetas de débito que tienen asociadas una cuenta de ahorro, se implementaron para incentivarte a guardar dinero y no gastarte todo al momento. Muchas te darán comisiones por hacer este tipo de ahorro, de ahí que se sugiere que este tipo de cuentas son mejores que una alcancía porque el rendimiento que te dé nunca lo obtendrás de una alcancía.
¿Cómo funcionan las tarjetas de débito?
Las tarjetas son únicas e irrepetibles porque tienen un número que las identifica, además de los lectores de seguridad como la banda magnética, el chip y la antena contactless, que son las “llaves”, así como tu PIN (de las siglas en inglés, Personal Identification Number o número de identificación personal).
De esta manera, la mezcla de la información entre el chip y tu NIP cuando compras en físico o el número de tarjeta y el CVV (Card Verification Value) o CVC (Card Verification Code) para las compras digitales, te permiten identificarte como el dueño de la tarjeta, para dar acceso a tu cuenta y sus fondos (de los cuales hablaremos más adelante).
En las tarjetas de débito, deberás crear un NIP, el número único y personal que solo tú das a esa tarjeta para mayor seguridad. El NIP se utiliza cuando realizas compras físicas, al momento que deslizas la tarjeta, introduces el chip o utilizas contactless si sobrepasas el monto que tu banco autorizó por este medio.
El proceso de pago al utilizar una terminal sucede de la siguiente forma: el lector captura la información que se encuentra en el chip, la antena contactless o la banda magnética para enviarla de forma segura a los sistemas de procesamiento de pago.
Después se pide la autorización de la institución financiera que respalda la tarjeta y al recibir la aprobación, se envía la respuesta al establecimiento de que todo está bien. Al final se realiza el pago al establecimiento, que lo deposita a su vez en la cuenta del establecimiento comercial.
¿Para qué sirve tener una tarjeta de débito?
Una tarjeta de débito es el primer paso a tener una cuenta en el banco, por ello, la mayoría de las instituciones financieras te permiten abrir una sin mayor problema, por eso aquí te decimos los beneficios de contar con una cuenta de débito:
Administra mejor tu dinero. Al tener una cuenta de débito, podrás ingresar las veces que quieras a la aplicación móvil de tu tarjeta para conocer tus fondos, ver en qué estás gastando y en qué puedes ahorrar.
Te abre puertas. Al tener una cuenta de débito, existe la posibilidad de que comiences a generar un historial bancario y se te abran las puertas a créditos de distintos tipos.
Proporciona seguridad. En caso de robo, extravío o compras no reconocidas, la mayoría de los bancos están dispuestos a ayudar a sus clientes.
Versatilidad. Te permite comprar en físico, a través de tiendas en línea, además de sacar dinero de cajeros. Cuando se viaja, estas tarjetas pueden utilizarse en todos los lugares.
Ahorro. Como lo hemos dicho, tienes la posibilidad de ahorrar, pero a diferencia de la alcancía, obtendrás rendimientos por tu decisión de guardar dinero.
Comodidad. Te permite comprar o retirar dinero en efectivo sin preocuparte de ir al banco. Se puede usar las 24 horas del día. Tus compras se pueden hacer sin necesidad de cargar efectivo.
Recompensas. Algunas tarjetas ofrecen recompensas por su uso. Normalmente puntos, autorización de créditos y hasta regalos físicos.
Partes de una tarjeta de débito
Partes de una tarjeta de débito
Físicamente, todas las tarjetas se parecen, y aunque hay nuevos diseños, la mayoría cuenta con los mismos elementos que les permiten realizar transacciones, mantener su seguridad y brindarte un medio de pago único.
En ella se podrán encontrar 16 números, la fecha de vencimiento, el nombre del propietario de la tarjeta, el nombre de la institución que valida la tarjeta, el chip, la cadena asociada con los cobros.
Además, podrás ver la banda magnética, el espacio para que firmes tu tarjeta, el código de seguridad o CVV y la información para ponerte en contacto con el banco en caso de dudas o para ponerse en contacto directamente con la institución.
Aunque los diseños han evolucionado y algunas tarjetas presentan toda la información numérica en la parte de atrás, mientras que el nombre del propietario permanece en la parte frontal. Además, algunas otras presentan nula información y necesitan de una aplicación para obtener esos datos. Esto depende de cada institución.
¿Qué diferencia hay entre tarjeta de débito y de crédito?
Si hablamos de cómo se ven las tarjetas, físicamente son similares, muchas de ellas son prácticamente iguales, con los mismos elementos que mencionamos anteriormente, pero las diferencias no radican en el plástico, sino en el tipo de cuenta y la procedencia del dinero que estás utilizando a la hora de pagar.
También, ambas son aceptadas en todo el mundo si tienen el respaldo de Visa, Mastercard o American Express. No te ves en la necesidad de cambiar la moneda dependiendo del país que visites. Eso sí, hay algunas cuentas de débito que no son internacionales.
Pero hablemos de las tarjetas de débito, la definición que da la RAE de débito es “deuda”, sin embargo, no quiere decir que al utilizarla te endeudes, sino al contrario, cada que la utilizas pagas por el producto o servicio directamente de tu cuenta, es cómo utilizar dinero físico, pero en su versión electrónica.
Mientras que, al utilizar una tarjeta de crédito, sí estás adquiriendo una deuda porque el dinero que estás utilizando con ese plástico pertenece a la institución financiera que te emitió esa cuenta y tendrás que pagarlo en la fecha de corte. De no pagar, te cobrarán intereses y tu deuda aumentará.
Si utilizas una tarjeta de crédito, deberás ser cuidadoso. Puedes gastar como quieras, lo que puede propiciar que gastes más de tus posibilidades de pago. Además, las tarjetas de crédito a menudo vienen con gastos de manejo de cuenta, anualidades e intereses que pueden resultar en un gasto no planeado. Por lo tanto, es mejor vigilar cuánto estás gastando para no endeudarte.
¿Qué se necesita para tener una tarjeta de débito?
Para solicitar tu tarjeta de débito es muy sencillo, lo único que te pedirán es tu comprobante de domicilio y una identificación personal. Podrás hacerlo en sucursales bancarias, presentarte con esta documentación y en breve te abrirán tu cuenta.
Aunque esa no es la única opción, debido a que existen fintechs (o empresas de tecnología financiera) que te evitan ir a una sucursal porque todo se puede hacer desde la aplicación, es decir, crear tu cuenta, registrarte, enviar tus documentos y recibir tu tarjeta física en tu domicilio con tan solo un par de clics.
Pero te debes fijar en estas cuatro cosas antes de elegir cuál te conviene:
1.Verifica que tu tarjeta sea aceptada en todos lados. Piensa si podrás usarla a donde vayas, ¿se puede usar en otro país?
2.Averigua las tasas por uso, comisiones mensuales, cobro por sacar dinero en cajeros automáticos y cualquier otro cargo que te podrían realizar, como por ejemplo: al realizar retiros en el extranjero, pagos en moneda extranjera, transferencias internacionales, uso de la banca en línea o traspasos digitales.
3.Asegúrate de que la cuenta o la tarjeta se ajusta a tus necesidades financieras, existen diferentes tipos como el premium, además algunos que te otorgan seguros o garantías al realizar compras.
4.Pregunta si tu dinero está asegurado, como la protección contra el fraude, cantidad de depósito garantizada, entre otros.
Usualmente en México tenemos una cuenta de débito porque las empresas están obligadas a abrir una cuenta de nómina para pagarla. Y sí, son lo mismo. Sin embargo, la mayoría de las tarjetas de nómina no cobran comisiones, ni te piden mantener un saldo mínimo, ya que son beneficios de que te paguen a través de esa institución bancaria.
La principal diferencia entre una cuenta de nómina y una de débito es que en la de nómina no se te cobrarán comisiones porque mantienes un flujo constante de efectivo (algo que le conviene a la institución financiera).
Recuerda que si dejas de trabajar, es necesario que canceles esa cuenta porque, de lo contrario, se convertirá en una cuenta de débito y te cobrarán comisión. Y si lo dejas, la próxima vez que la utilices te podrías llevar una sorpresa.
¿Qué es más seguro tarjeta de crédito o débito?
Como ya hemos dicho, tener una tarjeta de débito es una buena opción para tener acceso directo a tu dinero, realizar compras sin necesidad de efectivo, no estar cargando efectivo, tener un control de tu dinero y presupuesto, entre muchas otras cosas. Sin embargo, traen consigo algunos riesgos.
El principal es que si logran clonar, robar datos y tener acceso a tu cuenta, podrían obtener tu dinero, ya sea el de tu cuenta de débito o de ahorros, si ambas están asociadas, se podrían ver comprometidas.
El robo de tu información, golpearía directamente a tus finanzas. Sería lo más parecido a un robo de efectivo. Por eso es importante estar al tanto de cuánto dinero tienes en tu cuenta, así como asegurarte de verificar cada transacción realizada.
Cualquier anomalía o cargo no reconocido, lo mejor es reportarlo directamente con la institución financiera. Entre los cobros más comunes es un cobro doble en una tienda con el mismo monto y concepto, pero esa usualmente se reembolsa después de unos días.
Si alguien roba y hace compras con tu tarjeta, es más difícil recuperar ese dinero porque se toma directamente de tu cuenta y como tienen las medidas de seguridad que ya hemos platicado, el banco creerá que eres tú quien está realizando estas transacciones.
Por una transacción no reconocida con una tarjeta de crédito, la institución financiera hará más por ella, ya que es su dinero, mientras que en la de débito es el tuyo.
Otro riesgo que hay que tener en cuenta, es la posibilidad de un sobregiro en tu cuenta. Esta es otra razón por la que es tan importante ser consciente de cuánto dinero se tiene. Si utilizas tu tarjeta de débito para hacer una compra pero no tienes suficiente saldo corriente para completar la compra, se producirá un sobregiro en tu cuenta.
El sobregiro, usualmente provoca cargos. El costo del cargo por sobregiro es diferente de un banco a otro, así que asegúrese de tenerlo en cuenta al solicitar una tarjeta de débito por si acaso.
Eso sí, muchos de estos riesgos dependen de cada usuario y en dónde utiliza sus tarjetas. Recuerda que como medida de prevención es necesario que cada que pagues con ella, te lleven la terminal hasta donde estás, además de proteger tu NIP.
También es tu responsabilidad conocer cuánto dinero tienes en tu cuenta para evitar sobregiros. No olvides que, aunque parezca tentador, no ver el dinero en tus manos no significa que puedes gastar más. Siempre utiliza un presupuesto y consulta tu aplicación para conocer tu registro de gastos.
Conclusión
En resumen, una tarjeta de débito es una herramienta financiera esencial que ofrece comodidad, seguridad y control sobre tus gastos diarios. Ahora que comprendes qué es una tarjeta de débito y cómo funciona, estás listo para tomar decisiones financieras informadas. Aprovecha al máximo esta herramienta y toma el control de tu futuro financiero.