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Las deudas cada vez son más comunes entre las personas, ya sea a una tarjeta, un crédito o hasta un préstamo de un conocido, casi todo el mundo que tiene un negocio está endeudado, pero esto no es malo siempre y cuando sepas administrarte. Sin embargo, el pedir dinero también podría provocar un problema de sobreendeudamiento.
El problema de adquirir una deuda es cuando ya no tienes la posibilidad de pagar, porque los intereses son muy altos o no tienes el flujo de efectivo suficiente para cubrir los pagos. Es ahí donde se complica y ahora tienes que encontrar una buena solución que no te endeude aún más.
Si bien es cierto que cualquier experto señalaría que nunca es una buena idea adquirir una deuda para pagar otra, ya que no terminas con el problema de raíz; pero existe una situación en donde te podría ayudar un préstamo a la hora de pagar una deuda: cuando el préstamo solicitado te permite reducir el costo de tu financiamiento.
¿A qué nos referimos con reducir el costo del financiamiento?
Muchas instituciones bancarias te pueden ofrecer la oportunidad de transferir su deuda con ellos (en México el promedio de la tasa anual en tarjetas de crédito es de 34.5%), esto te conviene si tu actual deuda cobra una tasa superior a la del banco o institución que te está ofreciendo esta oportunidad.
Sin embargo, en el supuesto de que tu deuda no sea con una institución financiera, sino con un particular u otra entidad que no tenga un convenio, podrías recurrir a un préstamo que te ofrece mejores opciones de pago. Es decir, si tu deuda tiene una tasa anual alta y no tienes como cubrirla, puedes pedir un préstamo con una tasa menor para solucionar este problema.
Hacer esto no terminará con tu deuda, pero sí estarás haciendo que te cueste mucho menos. A este movimiento se le conoce como consolidación de deuda y te permite concentrar tus pagos en un solo lugar y no en distintas partes (esto es lo que básicamente hacen las reparadoras de crédito, quienes te prestan dinero para pagar todas las deudas que tengas y solo les pagas a ellos).
Pongamos un ejemplo: debes 100 mil pesos a dos tarjetas, en una tu deuda es de 65 mil pesos a una tasa del 40% y la otra es de 35 mil a una tasa del 45%. Si pides un préstamo de 100 mil con una tasa del 20% estarías liquidando tu deuda a un menor costo. Esto es muy importantes, ya que es necesario que la tasa sea menor a las que tienes en tu deuda o de nada servirá adquirir otra deuda.
En el caso de la primera tarjeta, estarías pagando un poco más de $2,166.66 de intereses al mes, más la segunda, estarías pagando de intereses mensuales $1,312.5 pesos. Sumados, ambos pagarías solo de intereses $3,478.16 cada mes más el capital que tendrías que dar por lo prestado.
Si pidieras ese préstamo que hablamos anteriormente, los intereses serían menos, pues en primer lugar tendrías una deuda con una sola institución, mientras que el interés sería solo de $1,666.66 pesos mensuales. Pero esto solo funcionaría si no adquieres otra deuda mientras estás pagando este préstamo.
Comienza a pagar tus deudas
Antes de irte por esta solución, es importante que conozcas tu capacidad de pago. Para ello, es necesario que cortes todos los gastos innecesarios, así como dejar de usar cualquier tipo de crédito. Para ayudarte a planificar mejor, te dejamos una herramienta de la Condusef para saber cuánto dinero tienes disponible para pagar deudas.
Lo más importante es que te alejes de solicitar más créditos y dejar de utilizar las tarjetas de crédito como si fuera tu dinero, pues un error común es que comiences a pagar préstamos con tarjetas de crédito y ésta no es la mejor solución porque lo único que haces es transferir la deuda de un lugar a otro.
Si de plano no puedes hacerlo, lo mejor es cancelar todas las tarjetas para evitar el sobreendeudamiento. Comienza a crear un plan de pagos para salirte de esta espiral, pero una buena idea es dar montos altos, que estén dentro de tus posibilidades, para terminar con esta deuda rápido y pagando menos intereses.
Es decir, si con una tasa (como la que hablamos en el ejemplo anterior) decides pagar a 48 meses, terminarás pagando de intereses cerca de 80 mil pesos, mientras que si decides pagar en un año estarías pagando solo 20 mil pesos.
Es importante que verifiques en tu actual deuda la tasa que te están cobrando, de no conocerla, siempre te puedes acercar a la institución y solicitarla. En caso de que sea a través de una tarjeta, puedes revisar tu último estado de cuenta y ahí es donde encontrarás esta información.
Finalmente, recuerda que existen varias opciones para solicitar un préstamo. La más sencilla es a través de la misma institución donde tienes tu dinero o recibes tu nómina (en caso de que estés trabajando), ya que las tasas de interés que te pueden ofrecer son menores, pues el riesgo de que pierdan dinero contigo se reduce.
Sin embargo, en el mercado cada vez existen más alternativas, como las Fintech que podrán ofrecerte préstamos en línea a una tasa más baja de las que hay en los bancos debido a su naturaleza, pues no necesitan una infraestructura tan pesada como las instituciones financieras actuales y pueden apoyarse de dinero de particulares.
Eso sí, deberás buscar una solución que te ofrezca pagar un 50% menos de tasa a la que estás debiendo. Y es muy importante que comiences a cambiar de hábitos financieros, pues ninguno de estos consejos te servirán en caso de que no sepas administrar tus finanzas.
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