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Lanzar un producto o servicio completamente nuevo es todo un reto para ti, porque es tu trabajo asegurarte de tener clientes que vean el valor de lo que estás ofreciendo, pero no solo eso, también tienes que modificar sus conductas para que deje de consumir lo que hace para decidirse por tu producto.
Todo esto suena muy complicado, pero en verdad, puedes hacer de tu negocio algo tan elemental para que tus clientes decidan utilizar tus productos, pero antes de explicar lo que debes investigar o realizar para entrar en la mente de tus compradores, es necesario que expliquemos lo que es el valor.
La definición en general es sencilla: “el valor es lo que la gente percibe de tu producto, nada más”, sin embargo, hay otra definición de Warren Buffet, uno de los “gurús financieros” más citados en el mundo, que señala que “el precio es lo que pagas. El valor es lo que obtienes”.
Con este par de definiciones podemos decir que el valor de tu producto, servicio o marca depende de dos principios, igual de importantes, que requieren un equilibrio: el primero es la forma en que eres percibido por los clientes potenciales y existentes, mientras que el segundo es el cumplimiento real de su promesa a los clientes que ya pagaron.
Mejora el valor para tus clientes
Entonces, ¿cómo ofrecemos mejores productos, es decir, cómo tendrás productos con mayor valor? Posiblemente no estés tan perdido y encontraste una solución a un problema, ofrecer un extra a los clientes de maneras sencillas como disminuir costos y así ofrecer un producto más barato, pero también puedes ofrecer ahorro de tiempo, esfuerzo o trabajo.
Ten en cuenta esto, porque un producto que ofrezca cualquiera de estos tópicos, podría ser un verdadero revolucionario en la industria. Pero eso no es todo, en esto también influye el primer trato que tenga tu posible cliente con tu producto: tu tienda, una página web, servicio al clientes, todo esto son factores que afectan positiva o negativamente al producto.
Por ejemplo, en Clip queremos que todas nuestras interacciones sean satisfactorias para los clientes, pero también ofrecemos una solución que muchos clientes ya tenían, pero era más complicada de hacer: cobrar con tarjeta. Antes se necesitaba tener una cuenta empresarial y rentar una terminal, ahora simplemente con que la adquieras, eso se puede hacer.
No es de extrañar que los mejores fabricantes de productos sean los que pueden pensar en su producto en todas las aristas que se involucra, considerando cada interacción del usuario.
Usualmente la decisión de un usuario por utilizar tu producto es resultado de la comparación de lo que ya hay en el mercado y si tú destacas en cualquier rubro, podrías ser su solución.
Nunca olvides esto: si el problema que tu producto está resolviendo es algo que existía desde antes para tus usuarios, entonces ellos ya han estado resolviéndolo de una manera diferente antes de la salida de tu producto o servicio.
Con esto en mente, ¿qué tienes que hacer para resolver un problema que ya tiene solución?: resolverlo de una manera todavía más fácil, que represente un ahorro en dinero, tiempo, esfuerzo o trabajo. Así que debe ser sencilla y fácil de aprender para que, en verdad, sea un producto que soluciona y no uno que trae más problemas.
Siguiendo con el ejemplo de Clip, nuestro las terminales bancarias tienen años en el mercado, pero nosotros no nos dedicamos a la venta de terminales, sino a brindar una experiencia completamente distinta a lo que tradicionalmente existía, con un soporte al cliente inmediato y con la simplicidad de crear una cuenta para cobrar con tarjeta donde sea.
Así que para tener un mejor valor en tu producto deberás pensar en tu consumidor: es él quien definirá si realmente tiene algo extra o permanece con lo que hasta ahora le está ayudando a resolver sus problemas.
Independientemente del producto o servicio que ofrezcas, si no hay clientes, no hay negocio. Es sorprendente cómo muchos empresarios inician su negocio con una idea de un producto o servicio y un plan detallado para la ejecución de esa oferta, sin un claro entendimiento del cliente.
Es necesario que investigues las necesidades, valores y expectativas del cliente, de no hacerlo, no servirá de nada tu producto. Todo esto no quiere decir que tu producto o servicio no sea esencial. Sin embargo, solo será relevante en el contexto de las necesidades, valores y expectativas del cliente.
Poner al cliente potencial en primer lugar podría marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu emprendimiento. Así que para crear, ofrecer o vender un producto es necesario que el empresario, desarrollador, vendedor o revendedor sea empático y conecte de verdad con sus usuarios o posibles clientes.
Si eres uno de los más hábiles podrás decir el tipo de personas que son tus clientes, las rutinas que tienen, cómo se sienten cuando llegan al trabajo, qué espera su jefe de ellos, y cuáles son los sueños y aspiraciones. Esta conexión te permitirá ir más allá de los costos o los beneficios en tiempo.
Te permite conectar con los otros aspectos del valor del producto que son mucho menos medibles. Así para crear o vender un producto es necesario entender su valor y transmitirlo a la vida de tus futuros clientes.