La Terminal de Pago para ti
Emprender en turismo no es cosa fácil, mucho menos en este último año, en donde se estima que fue la industria más afectada por el distanciamiento social. El turismo comenzó con su recuperación hasta enero de 2021 y aún no regresa a la normalidad, según unas consultoras.
Eso mismo vive Franco González, dueño de Kinta Kan, que llegó a este sector un poco por el azar y otro poco porque lo llevaba en la sangre, pues es oriundo de Cozumel, aunque estudió comunicación y por un tiempo se dedicó a la publicidad, el destino lo trajo de vuelta a la tierra donde lo vió nacer.
Dedicarse a la publicidad le trajo ideas frescas y eso es lo que quiso llevar a su tierra natal, por lo que comenzó una aventura con Kinta Kan, un hotel boutique en donde existe la opción para reservar una habitación de hotel, un departamento o cabañas, así el huésped tiene la opción de elegir su estadía en tan hermosa isla. Escucha el podcast aquí:
Franco vió la oportunidad y la tomó: lanzó un hotel que cubriera un sector el cual estaba abandonado: la clase media que está en busca de unas vacaciones disfrutables, pero que pocas veces se puede dar el lujo de costear una estadía en Cozumel, uno de los destinos paradisíacos del caribe mexicano.
Kinta Kan conoce lo que quieren sus clientes y con eso en mente, se desarrolló el concepto principal que engloba habitaciones minimalistas, sin tanto rollo, arquitectura muy acorde con la región y un patio central en donde todo converge. Lo que deja claro es que antes de cualquier paso, Franco tomó mucho de lo que aprendió en la publicidad: a quién va dirigido el mensaje, que en este caso el mensaje es el hotel.
El mensaje fue bien recibido, pues tiene clientes que van de dos a tres veces al año, y ha logrado entablar amistades que le ayudan a atraer más clientes. El negocio tiene la oportunidad de hacerlo, pues al ser un espacio pequeño, el dueño y sus colaboradores pueden conocer mejor a sus huéspedes y tener un trato más cercano que les permita establecer lazos más cercanos.
Una ventaja más de esto, es que permite hacer recomendaciones personalizadas, invitar a la gente a que conozca la isla y sus pobladores, se acerquen al comercio local y dejen atrás los servicios todo incluído. De esta manera, Kinta Kan no solo está haciendo negocio para ellos, también está impulsando la economía local.
Si bien, lanzar un hotel es un emprendimiento que requiere una inversión fuerte, es un sueño que Franco no veía a corto plazo, pero que ahora con tres años en el mercado, no solo está disfrutando, también está creando nuevas oportunidades de emprendimiento para crecer su versión de hospitality por otros lados en el país.