Ichich nos contó cómo encontró el valor de su marca

Muchos emprendedores batallan a la hora de definir su marca y lo que aporta a sus clientes. Por eso, creemos que una herramienta valiosa para aprender es leer las historias de otros. Así que entrevistamos a la fundadora de Ichich, quien nos platicó cómo consolidó una marca y de qué forma retribuye a una comunidad de mujeres tejedoras en Veracruz. De hecho, puedes ver el resumen de la entrevista en el video que se muestra a continuación: 

Hace 4 años Bárbara García Armenta comenzó un emprendimiento social que hoy lleva el nombre de Ichich, que significa corazón en Huasteco. Esta empresa está consolidada en Tantoyuca, Veracruz y es una zona que está más cerca de Tampico que del famoso puerto del estado. Es decir, están alejadas de los lugares turísticos.

Tienen más de 300 productos como bolsas, tapetes, cinturones, etc. Todos estos utensilios son hechos a mano por mujeres tejedoras de la región, con tres fibras naturales (ixtle, zapope y palma) que ellas cosechan. Así que  todo lo que venden es 100% sustentable, no se ocupan químicos y nada se desperdicia. 

Más que una empresa de ventas, es Ichich porque te mueve el corazón. No está hecho a mano, está hecho con el alma.

Cómo comenzó todo

Bárbara originalmente era chef repostera pero un día notó que un grupo de mujeres bajaban de su comunidad en la sierra para vender sus productos. Ella notó que las condiciones en las que las artesanas vendían sus productos no era la mejor. Barbará comentó que las veía tristes, agachadas, bajo el sol, así que comenzó a comprarles de manera constante. 

De repente, eran cada vez más mujeres las que acercaban para venderle, pero llegó un punto que para Bárbara ya no era económicamente posible ayudarles a todas las tejedoras. Además, su casa ya estaba llena de los canastos  y pensaba “algo se me tiene que ocurrir”. 

De cierta manera, ahí fue cuando empezó el proyecto de Ichich. Por supuesto no faltaron los comentarios que no creían que los productos pudieran comercializarse, pero Bárbara comenzó poco a poco y así fue como empezó a vender las artesanías en la Ciudad de México.

Encontrar el valor de una marca

Sin embargo, esas ventas no generaban una ganancias, a pesar de que invertía tiempo y dinero en transportar  la mercancía. Así que en ese momento, fue cuando empezaron a crear una marca, con nombre, un concepto, historia misión y visión.

Entonces, se dieron cuenta que tenían un negocio con muchos atributos: 

• Es mexicano.
• Es sustentable.
• Empodera a una comunidad de mujeres.
• Posiciona el valor de la artesanía mexicana y promueve la continuidad de las tradiciones mexicanas a nuevas generaciones, sin intentar modificar la esencia de las mismas. 

Con todos estos valores, el desafío para Bárbara no sólo se trata de vender sino de dar la difusión y comunicar aquello que los hace únicos. Como Ichich supo identificar y comunicar los valores de su marca pudo consolidar fuertes alianzas estratégicas. 

Una de estas alianzas fue con Edificarte, un despacho de arquitectos que le ayudaron a remodelar un espacio para convertirlo en un taller donde fuera cómodo para las artesanas tener mejores condiciones para trabajar, ya que en su comunidad puede que no tengan acceso a todos los servicios.

Medidas durante la pandemia

La máxima prioridad fue proteger a las artesanas, por lo mismo este grupo de mujeres dejó de ir al taller pero Bárbara realiza con más frecuencia viajes a la zona (con todas las medidas de seguridad y salud necesarias) para darle continuidad al negocio. Claro, un aspecto clave ha sido el uso de la tecnología y las redes sociales para continuar vendiendo.

Cómo retribuye la comunicación de marca en tiempos de pandemia

Afortunadamente, uno de los arquitectos del despacho que remodeló el taller compró todo el inventario de productos que estaban en Ciudad de México. Otras personas se acercaron para hacer pedidos al mayoreo y pagar mes con mes. Ojo, este logro es porque Ichich ha sabido cómo comunicar el valor de su marca. 

Eso es lo que nos distingue y lo que nos abre la puerta de muchas empresas y las personas que conocen el proyecto y se enamoran.

Una de las acciones que ya realizaban antes de la crisis de Covid-19  es que cada producto que venden incluye una pequeña etiqueta donde educan a su cliente sobre quién elabora el producto y todo lo que tiene que pasar para que llegue a sus manos. 

De qué forma Clip ha ayudado al crecimiento de Ichich

Desde el principio Ichich tenía muchos retos para levantar su proyecto, como no están en una zona turística las posibilidades para vender son limitadas. Por ello, recurrieron a ferias regionales de artesanías, bazares, etc. para encontrar mejores puntos de distribución.  Bárbara comentaba que cuando empezó a vender en esos lugares pensaba “¿Cómo le hacemos? Tenemos que tener una forma de cobrarle a gente sin que se nos vayan esas ventas.”

"Tenemos 4 años con esta venta y siempre nos ha respaldado la empresa, porque no hemos tenido ningún problema."

Por ello, los servicios de Clip han sido claves para generar ventas exitosas en los puntos de distribución de Ichich; pues para ellas que no estaban constituidas legalmente como empresa, fue muy fácil crear su cuenta y empezar a usar los dispositivos para aceptar pagos con tarjeta. 

Ahora Clip es uno de los principales canales de distribución. Empezaron a usar un Clip clásico y hoy utilizan el Clip Pro, ya que es una terminal punto de venta que cuenta con internet gratis; algo muy útil porque pueden seguir utilizándolo aún en la comunidad, una zona con conectividad limitada.

Bárbara comentaba que Clip ha sido muy práctico ya que ahora no sólo existe la posibilidad de cobrar con una tarjeta de otro país a través de la terminal, sino también puedes mandar un enlace al correo electrónico para hacer el cobro y de esa los clientes pueden hacer el pago por Internet.