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Crédito para tu negocio o una tarjeta empresarial, ¿cuál me conviene?

Crédito para tu negocio o una tarjeta empresarial, ¿cuál me conviene?

Crédito para tu negocio o una tarjeta empresarial, ¿cuál me conviene?

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La Terminal de Pago para ti

La ayuda financiera puede suceder en cualquier momento, ya sea para crecer tu negocio o para crearlo. Será en este momento cuando te pongas a pensar ¿qué elijo, un préstamo o una tarjeta? Un dilema que muchas veces podría parecer lo mismo, pero son conceptos distintos.

Para conocer cada uno, expliquemos de forma sencilla cada uno: un préstamo para tu negocio sirve mucho para comprar un “activo”, como un vehículo para tu negocio o un equipo. Así tendrás que pagar mensualmente el préstamo, que incluye los intereses. Por lo tanto, si quieres comprar un equipo o un vehículo que se refleje en el balance de tu contabilidad, lo que necesitas es un préstamo comercial.

Por su parte, la tarjeta de crédito empresarial funciona como una tarjeta de crédito normal, pero a nombre de su negocio. Es decir, ese dinero no es tuyo, si no se puede utilizar como préstamos pequeños que se tienen que pagar de inmediato y sirve para llevar un registro, mantener el control y utilizarlo en caso de necesitar efectivo de inmediato.

Para ayudarte a tener una idea más elaborada, vamos a profundizar un poco en las diferencias y a entender cómo pueden servir para impulsar tu negocio.

Necesidad

Hay mucha diferencia en cuanto al momento en que se necesita un préstamo para tu negocio y una tarjeta de crédito. Como ya se ha explicado anteriormente, el préstamo es para un propósito específico. En cambio, una tarjeta de crédito se obtiene antes de que se necesite realmente, ya que este tipo de préstamo no se obtiene sólo para un fin específico.

Pago

En el caso del préstamo, el pago es fijo y no cambia de un mes a otro (a menos que un mes no hayas pagado, pues se te cobrarán intereses moratorios). Sin embargo, una tarjeta de crédito puede cambiar el pago y depende mucho de si la utilizas o no.

En el caso del préstamo, aunque no gastes el préstamo obtenido, tendrás que devolver la cantidad necesaria con intereses cada mes. Sin embargo, en el caso de una tarjeta de crédito, sólo podrás pagar la cantidad que utilices. Es decir, si tu gasto es nulo, la cantidad total que tendría que devolver también es nula.

Objetivo

Antes de solicitar cualquiera de los dos, lo mejor es que pienses y decidas qué tipo de crédito sería más adecuado para su propósito. Para ello, es necesario volver a entender lo básico, es decir, cómo están diseñados los préstamos. 

Los préstamos para empresas son préstamos a largo plazo y, por lo tanto, se pagan en un periodo de tiempo largo. Las tarjetas de crédito, en cambio, son préstamos diseñados para cubrir cualquier crisis financiera inesperada que pueda producirse en cualquier momento. 

Por lo tanto, se recomienda solicitar un préstamo para realizar actividades que generen ingresos y menos en gastos innecesarios simples que podrían ser satisfechos con tus ahorros personales.

Tipos de interés

Dado que los tipos de interés de las tarjetas de crédito para empresas varían y son comparativamente más bajos que un préstamo, la tarifa puede mejorar si se gestiona adecuadamente el crédito.

Entiende las tarifas

Las tarjetas de crédito para empresas están diseñadas para servir a propósitos a corto plazo, como una crisis financiera repentina. Por lo tanto, este tipo de préstamos tienen un pago mensual que es amigable con el flujo de efectivo en general. 

En caso de que tengas una, puedes utilizar la línea de crédito repetidamente y pagar sólo un tipo de interés cada mes, que es comparativamente más bajo que el saldo.

Conclusión

Finalmente, una tarjeta de crédito empresarial puede ser de mucha ayuda, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se necesita una serie de pasos extra para tenerla, como el caso de entregar documentos, presentarse a las instituciones y mostrar que eres una empresa de diversas maneras, que se convierte en un trámite burocrático.

Sin embargo, los préstamos son cada vez más sencillos de obtener a través de diversas instituciones, ya sea en línea o presenciales, pero eso sí: no olvides que ambos tienen diferentes funcionalidades que ya platicamos.

Por eso, antes de solicitar un préstamo, haz una investigación exhaustiva que incluya factores como lo que no puedes permitirte y lo que sí. Esto le ayudará a entender mejor qué tipo de solución debes tomar.

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