La Terminal de Pago para ti
Ser vendedor no es tarea fácil, pero que te apasione lo que haces y ofrecer algo en lo que crees, te hace pensar que tienes la mejor respuesta y ofreces lo mejor en el mercado. Pero la verdad es que no solo estás vendiendo un producto, los clientes deciden comprarte por una razón más profunda.
Una vez que entiendas lo que realmente vendes, venderás mucho más y tus esfuerzos de marketing serán mucho más fáciles. Odiamos que nos vendan, pero nos encanta comprar. Cuando sabes lo que vendes, el proceso de compra se vuelve fácil para el cliente.
Es importante saber que lo que vendemos es el final de tu producto, suena extraño, pero por ejemplo, muchas veces no se compran solo zapatos, sino lo que los clientes sienten cuando los llevan puestos. La gente compra lectores Clip para crecer sus ventas, ofrecer un mejor servicio y no solo por el hecho de aceptar tarjetas.
Hay un viejo eslogan de marketing que dice: "No compramos las brocas, compramos el agujero". Y es que los clientes no quieren el producto sino la solución que ofreces, la sensación, el estilo de vida, la paz, el estatus, la salud añadida, la productividad o el dinero extra que tu producto proporciona.
Entiende lo que vendes
Tus posibles clientes no están tan entusiasmados como tú al ofrecer tu producto, de hecho están en un estado hasta defensivo en donde busca que los convenzas de que eres la mejor opción. Entonces ¿cómo haces que se entusiasme? Dale un giro a tu oferta, enfoca tu producto en términos de lo que hace por tus clientes.
Para hacer esto deberás conocer las posibilidades de tu producto o servicio, qué hace, cuáles son sus alcances y qué problemas podría tener. Recuerda que no todas las personas pueden ser tus clientes, pero si encuentras a tu cliente ideal será más fácil explicar de qué manera resuelve sus necesidades.
Si ya sabes lo que hace y cuáles son sus limitantes, entonces ya puedes resolver las siguientes preguntas: ¿qué problema resuelve?, ¿cómo transformas la vida de tu cliente desde donde está ahora hasta donde quiere estar? Esto no significa que ignores lo que puede hacer tu producto o que te saltes todas las características.
En lugar de ello, canaliza aquellas cosas que te parecen emocionantes y oriéntalas de forma benéfica para tu cliente, ayúdale respondiendo la forma en que podría mejorar su vida o trabajo al adquirir tu producto o servicio, qué es lo que hace mejor que nadie.
Para cerrar las ventas necesitas entender el ¿por qué? Entiende la razón de ser del producto o servicio que ofreces, pues si lo sabes, es más fácil venderlo a los demás. Por ejemplo, los Clip Agentes saben que la razón de Clip es empoderar a los negocios, no de vender lectores o que simplemente transaccionen con tarjeta.
Parte de la razón por la que las personas compran, es que son un reflejo de lo que representan. Si no entiendes a tus clientes, es complicado que los lleves a tomar una decisión a la hora de la compra. A no ser que vendas un producto básico, es necesario que sepas el porqué y así dejar de vender solo una cosa.
También vendes emociones
Las decisiones de compra, muchas veces son tomadas desde las emociones y se valida mucho después con la lógica. Así que si presentas tu oferta en el orden incorrecto, empezando por la lógica, te costará convertir a la gente en clientes.
Es importante que conozcas la historia que cuenta tu producto para llegar a tus clientes desde lo emocional. Por ejemplo, podemos comprar un producto porque nuestra abuela siempre lo hacía. Aunque el producto sea diez veces más caro que la versión genérica.
El uso de las emociones interrumpen nuestro pensamiento lógico, por ello compramos cosas para estar más sanos, para ganar más dinero, para estar más seguros y sin ansiedad, para vernos mejor, para escapar; ninguna de estas cosas son un producto real pero son las recompensas emocionales que desencadena tu producto. La gente compra lo que hace el producto no el producto físico.
Así que en lugar de vender una aplicación de calendario, lo que debes hacer es vender historias creíbles en donde hables de un antes, cuando no existía el producto en sus vidas, posteriormente explicas lo que ocurrirá si no compran tu producto, explica cómo acabarán las cosas si tu cliente continúa, la vida tal y como está.
Finalmente, presenta la alternativa. Demuestra que el mundo es mejor con tu producto, demuéstrale con hechos cómo será la vida actual con tu producto como solución. Cuando se hace este tipo de narración, es más fácil que tu comprador sitúe tu producto en su vida. De esta manera podrás enmarcar tu producto de una manera que tus clientes entiendan en su entorno.
Haz fácil la compra
Tanto si tienes un plan de pago, una prueba gratuita o un precio bajo, debes hacer que sea fácil comprar tu producto. Así que elimine cualquier remordimiento que tus posibles clientes puedan tener después, ofrece una garantía, ayuda, guía y todo lo necesario para que el proceso de compra y curva de aprendizaje sea sencillo para tus compradores.
Cuando todo el mensaje y el proceso de venta están a favor del cliente, éste puede ver cómo el producto encaja en su vida, qué hace realmente tu producto y una forma sencilla de introducirlo en su vida laboral o personal. De esta manera venderás más, al entender tu producto o servicio.