Podcast: ¿Cuánto ganas por tus ventas?

Vender mucho no significa que estés generando ganancias, aunque suene extraño, esto no siempre es verdad. Pues posiblemente el dinero que estás obteniendo por tu producto o servicio no es lo que esperabas, ya que posiblemente determinaste el precio de tus productos con un margen de ganancia bruto y no neto.

Quieres saber de qué se trata, escucha el podcast, pero aquí te dejamos un adelanto de lo que se trata:

Margen de ganancia bruto. Este caso es simple y por el que pudieras estar ganando menos de lo que esperabas, pues el margen de ganancias brutas se obtiene si al precio en el que vendes tu producto le restas lo que te costó adquirirlo o producirlo.

Pongamos un ejemplo muy sencillo y con números bajos: vendes bolsas de galletas a $10 pesos cada una y tú las compras en mayoreo a $4 pesos por unidad, entonces a los $10 le restas los $4, te dará $6 pesos, eso es tu margen de ganancia por bolsa de galletas.

Margen de ganancia neto. Si estás por ponerle precio a tus productos o servicios, considera que para vender tu producto, además del costo de adquisición también debes contemplar otros costos, como envío, local comercial, empaque, luz y otros servicios. 

Estos factores determinarán tu margen de ganancia neto, es decir, lo que realmente obtienes después de restar los gastos de producción (que mencionamos en el margen de ganancia bruto), más los administrativos y los de logística.

Sigamos con el ejemplo que anteriormente mencionamos; suponiendo que un día vendiste 100 bolsas ($1000 pesos de venta), entonces tu ganancia bruta de ese día fue de $600 pesos, pero resulta que ese día parte de las ventas fueron con entrega a domicilio, por lo que pusiste $200 pesos de gasolina, además gastas $50 pesos de material para empaques, por lo tanto tu margen de ganancia neto de ese día es de $350 pesos.

Si ya te diste cuenta que no estás ganando lo que esperabas, ahora sabes que tu margen de ganancia deberá corregirse, por lo que debes de redefinirlo y para ello hay algunos datos: aumentar tus precios o reducir los gastos.

Eso sí, pero para ello tienes que hacer un análisis muy profundo, pues subir el precio puede significar que te dejen de comprar y bajar los gastos puede resultar en menos entregas a domicilio, por lo que muchos clientes no les encantaría.