La Terminal de Pago para ti
Las redes sociales son más que vitrinas de nuestra vida, también son una plataforma importante para vender, promocionar y dar a conocer un producto o servicio. Así lo demuestra DecoArt, quienes crecieron como la espuma cuando comenzaron a promocionarse a través de Facebook y vender cursos para utilizar resina epóxica en el diseño, decorado o remodelación de muebles.
Pero su éxito no llegó de la noche a la mañana, para Omar Sánchez y sus socios el reto consistía en traer un producto relativamente nuevo en el mercado, pero eso también era parte de presentar esta idea: dar cursos sobre cómo utilizar este material y a su vez, convertirse en proveedores de aquellos que comenzaran a crear productos con resina epóxica.
“Álvaro nos presentó la idea, cómo funciona, partes técnicas y un poco de la operación porque él ya lo llevaba en otros países, pero todo fue muy prematuro y aventado. Pero aventarnos nos dió la oportunidad de iniciar este negocio”, menciona Omar en la entrevista, quien ahora presume 3 sucursales en el país, así como un equipo de distribuidores.
Al inicio ellos decidieron comenzar a dirigir con el poco conocimiento que tenían: “un amigo llevaba las redes y lo invité al proyecto. Nos tomó semana y media comenzar a lanzar nuestros anuncios a través de Facebook, poco después nos fuimos a Instagram y más adelante nos dió para crear nuestra página web”.
El negocio iba creciendo y poco a poco se presentaban más cursos, clientes y también los enredos, “teníamos una desorganización porque todo sucedió muy rápido, así que comenzamos a movernos más, porque ni siquiera teníamos nombre y ya estábamos a punto de salir al mercado… conforme fuimos creciendo, más gente se fue uniendo”.
El crecimiento en los negocios es algo muy importante, pero a veces podría provocar problemas, como en el caso de DecoArt, quienes comenzaron dando un curso a la semana, pero cuando se dieron cuenta, los cursos ya los sobrepasaban, así que comenzaron a contratar gente y cada uno de los socios tomó un papel dentro del negocio.
“Creo que es importante darte cuenta qué es lo que te agrada hacer, conocer tus habilidades y capacidades en el esquema organizacional. Por ejemplo, en nuestro caso Daniel se enfoca en la parte financiera, Álvaro está más metido en la parte técnica, impartiendo cursos, resolviendo dudas y yo estoy más en logística, compras y mejoras del negocio”.
La pandemia significó evolución
La tecnología y DecoArt siempre han ido de la mano, así que se volvió en una aliada en esta época de pandemia, pues el comercio electrónico comenzó a moverse más, ya que su tienda de la Condesa tuvo que cerrar, mientras que en Morelia y Coyoacán se atendía a la gente a través de citas.
“La gente nos seguía buscando y gracias a nuestro e-commerce, los clientes comenzaron a pedir por este medio... los envíos crecieron porque un poco antes (de que comenzara la jornada de distanciamiento social) comenzamos en los marketplaces (tienda en línea de Facebook, Instagram y Google)”.
Eso sí, los cursos presenciales ya no están disponibles, pero la misma tecnología les ayudó para brindarles un espacio de forma digital. Ahora entras a su página y tienen una sección dedicada a los cursos online, por lo que cualquiera podrá tomar una capacitación de forma remota.
De esta manera, DecoArt encontró una ventana de oportunidad en lo digital para seguir presente, ofertar sus productos y llegar a más personas que desean utilizar esta técnica.
De pronto todo se hizo más serio
Omar relata que en un inicio todo fue aventurado y cuando menos se dio cuenta, su negocio había crecido: “al principio iniciamos mis dos socios, un amigo que sabía de redes sociales y yo, pero crecimos, lo que nos orilló a contratar una agencia de marketing digital, que nos dió una estructura bien definida, hacia dónde vamos y qué vamos a hacer”.
La llegada de una agencia a su negocio supuso un reto, pero también nuevos aprendizajes pues “ahora tenemos métricas, sabemos qué va bien y no como antes, donde simplemente creíamos que eso iba a suceder por intuición. Ahora con números sabemos a dónde vamos y qué queremos. Vamos a profesionalizarnos”, dice.
De la misma manera en que comenzó a crecer, fue necesario que aceptara tarjetas de crédito y por lo tanto confió en Clip para hacerlo. Comenzó dando cursos en Toluca, pero pronto se expandió por todo México y con cada curso iba una terminal con ellos, porque entendió a sus clientes, quienes no podían pagar la clase de golpe.
“Nos ayudó bastante el poder capitalizarnos con tarjeta, porque ya podíamos dar cursos a clientes que a lo mejor no tenían los recursos en ese momento… a muchos se los diferimos a tres o seis meses, por lo que se volvió en un servicio extra”.
El crecimiento que tuvo no llegó de la noche a la mañana, pero Omar cree que sucedió porque tomó acciones y no simplemente se quedó en una idea, así lo dice con su filosofía: “más vale una acción pequeña a una gran intención”.
Por ello cree que quien emprende debe ser arriesgado con tal de que las cosas sucedan y cree mucho en la importancia de formar parte de la revolución digital, porque el cambio es lo que hace a las empresas exitosas.
*Agradecemos a Omar Sánchez por su tiempo y a DecoArt por las imágenes que nos proporcionó.