¿Cómo implementar las consultas virtuales?

El 2020 el año que cambió muchas cosas y la medicina fue uno de las industrias más involucradas. Si bien, fueron los que menos dejaron de trabajar, se convirtieron en los que más comenzaron a aprender en esta pandemia, no solo para entender la nueva enfermedad, también para ofrecer un servicio a todos aquellos que necesitaban su servicio y que no estaba relacionado al covid-19.

Es por ello que desde hace un par de años, las consultas virtuales comenzaron a ser una realidad, y no es que antes no existieran, pero dejaron de ser un lujo u oportunidad, para convertirse en una necesidad.

Sin embargo, no todos los médicos creen que pueden implementarla, ya sea porque piensan que se requiere un gasto muy alto o que en realidad necesitan tener frente a frente a sus pacientes para realizar un análisis más claro del padecimiento que quieren diagnosticar.

Con el paso del tiempo se ha demostrado que realizar consultas a distancia permite al médico evaluar, diagnosticar y tratar a los pacientes a través de una videollamada o llamada telefónica, ya sea para una visita de control, un seguimiento o incluso una sesión de terapia para un psicólogo en cdmx. Si bien no es algo simple de hacer, aquí te ayudaremos a dar el salto para que te sumes a esta tendencia.

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1. Utiliza la plataforma adecuada

Una llamada telefónica, el envío de mensajes de texto, notas de voz o videoconferencia, son oportunidades que tienes como profesional de la salud. En mensajes de texto y notas de voz son más acompañamientos o resolución de dudas sobre un medicamento o tratamiento que les diste, pero la videoconferencia es más reveladora.

La mayoría de las aplicaciones y servicios de videollamada son tan buenas como tu internet, así que es mejor invertir en una buena conexión a internet que pagar una plataforma de videollamadas. Contrata una velocidad de internet mínima de 2000 megas y la plataforma puede ser gratuita como Meet, WhatsApp, Facetime o incluso Facebook

Eso sí, revisa que ninguna de las versiones gratuitas por las que te decidas sean con un tiempo limitado, como en el caso de zoom, porque podría cortar la comunicación en medio de la consulta, lo que provocaría una mala experiencia a tus pacientes.

2. ¿De qué forma programo las citas?

Dar videoconsulta no significa que todo lo vas a dar a  través de plataformas digitales, así que puedes seguir programando tus consutas como lo venías haciendo, a través de tu agenda física, y que tus pacientes aparten su espacio a través de una llamada, un mensaje de texto y hasta un correo electrónico.

Eso sí, al tener opciones digitales disponibles, puedes utilizar cosas tan sencillas como un calendario digital para enviar invitaciones a tus pacientes y ellos también guarden su compromiso en su debida agenda. Una forma muy fácil de hacerlo es utilizando el Calendario de Google, agregar el correo electrónico de tu paciente y enviarle la invitación.

La mayoría de las plataformas tienen un Calendario y te darán opción para que, desde el momento en el que creas la cita, envíe el link para conectarse a la videoconsulta. Así ninguno de los dos estará batallando a la hora de la cita para acceder fácilmente.

3. Pasos que debes seguir en la consulta en línea

Si estás dando los primeros pasos en videoconsultas, entonces deberás tener todos tus sentidos agudizados, pues es tu responsabilidad ver y oír correctamente a tus pacientes, recuerda que como se ven y los movimientos que hacen pueden darte pistas de su salud.

A través de la videollamada puedes determinar si tus pacientes presentan sudoración, piel pálida, labios azulados, ojos vidriosos, así como su frecuencia respiratoria al escuchar si hablan con frases completas o si pueden respirar profundamente.

Si los problemas cardíacos son una preocupación, los electrocardiogramas se pueden realizar a través de un pequeño monitor personal o un Apple Watch. Te recomendamos utilizar audífonos para una conexión de audio clara y trata de estar lo más cerca posible de la fuente de tu Wifi.

También es muy común que los pacientes tengan un termómetro en casa, lo que te ayudará a conocer la temperatura de tu paciente y tener más datos. No olvides preguntar lo necesario para dar un diagnóstico lo más certero posible.

4. El pago

A diferencia de una consulta presencial, al tener a tu paciente a distancia deberás implementar una forma de cobro segura, simple y ágil para ambos. Aquí te diremos que la mejor idea es Pagos a Distancia de Clip, que te ayudará a cobrar tarjetas de débito y crédito nacionales, siempre y cuando estén respaldadas por Visa, Mastercard y Amex.

La ventaja de esto, es que no necesitas adquirir un dispositivo Clip para aceptar tarjetas, simplemente descargar la aplicación en tu teléfono y crear una cuenta, además de ingresar tu CLABE para recibir los pagos.

Si bien puedes implementar el cobro vía depósito o transferencia electrónica, no olvides que de esta manera solo te podrán pagar con sus cuentas de cheques o débito, por lo que dejas fuera el crédito; eso sí, siempre brinda tu CLABE, jamás el número de tarjeta porque podría prestarse a que alguien malintencionado tome esos números y comience a utilizarlos para sacar dinero de tu cuenta, pues cuando compras en línea uno de los datos que te piden es el número de tarjeta. 

Los pros y contras de la videoconsulta

Como hemos mencionado, la videoconsulta te permite brindar el servicio a pacientes que posiblemente tengan una enfermedad contagiosa, como el covid, además de que no necesitas que tu paciente esté en la misma ciudad que tú, por ejemplo sí el sale de viaje, no deberá interrumpir sus consultas.

A tí como profesional de la salud te sirve si estás iniciando y no tienes un consultorio o no puedes costearlo por ahora, así tienes la oportunidad de brindar tu servicio sin estar ligado a un espacio físico con las adecuaciones correspondientes.

También ayuda a reducir los costos en los pacientes, que muchos de ellos tienen que viajar con el especialista a que simplemente les interpreten resultados da algunos análisis clínicos. Con este tipo de consultas, el médico puede dar tratamiento necesario sin que el paciente se tenga que trasladar. 

Eso sí, no se puede utilizar para cualquier cosa que necesite un procedimiento; por ejemplo, para la aplicación de vacunas, para recibir puntos de sutura, para enyesar un hueso roto o para realizar una prueba de Papanicolaou.

También es complicado para los médicos que necesitan realizar inspecciones más detalladas sobre sus pacientes, tal como un dermatólogo que necesita ver la piel de sus pacientes de una manera meticulosa y es algo que una pantalla, por mejor resolución que tenga, no podrá ayudar al médico.

Finalmente, en México existe una limitante: recetar medicamentos, porque si bien se puede prescribir algún tipo de medicina, los medicamentos controlados no podrán ser despachados en la farmacia porque requieren los siguientes lineamientos para que se surtan:

Pueden ir impresos los siguientes datos: Nombre de quien prescribe, domicilio completo de quien prescribe,  número de cédula profesional del médico (y de especialidad en su caso), nombre de la institución que otorgó el título profesional de medicina general (y de especialidad en su caso) y la especialidad del médico.

En el caso de la información escrita o por computadora, deberá incluírse: la fecha de emisión, firma autógrafa del médico, nombre y edad del paciente, denominación genérica y en su caso, distintiva del medicamento, dosis.

Además, el médico deberá escribir la presentación comercial (indicar forma farmacéutica, contenido y concentración del medicamento), la vía de administración, así como la frecuencia y duración del tratamiento.  

Finalmente la cantidad por surtir (no más de 2 piezas del mismo medicamento para fracción II y la indicada por el médico en caso de fracción III) y el sello de la institución en caso de recetas de instituciones públicas o privadas.

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